Ha pasado una saeta y refleja su reclamo en el espejo cromado de la poza, dos metálicas notas distanciadas por un tono. Remonta el cauce que hace poco descendió, veloz, a ras del agua.
La joya del río, esmeralda y cornalina, es el martín pescador.
Son dos ojos azabache y es un acerado pico proyectado como un dardo para romper el cristal y desclavar de las aguas a pececillos de plata, a cangrejos, renacuajos y ditiscos.
Volteando una gambusia
Con sapillo pintojo
Pico de acero
Contraluz en posadero
Pescando cangrejo
A veces se falla la pesca
Con ditisco
Sobre el flash
Pesca de gambusia
Posado en el fresno
Pesca de pardilla
Sobre la enea
Al posadero